En esta receta, elaboraremos un pan de molde rústico que usaré para preparar unos sándwich de media tarde (un sándwich que me encanta es el sándwich Monte Cristo. Ver receta) y también para la tostada del desayuno del Domingo.
Es un pan con una corteza crujiente y una miga esponjosa y, como todo pan de molde, se consumirá en rebanadas.
Respecto al pan rebanado, comentaros que debemos su origen al joyero Otto Rohwedder. Era un joyero, que tenía como afición inventar máquinas nuevas. Después de escuchar varias quejas por parte de las amas de casa de lo engorroso y, en ocasiones, peligroso que era cortar las hogazas de pan, en 1928 su máquina para cortar el pan es utilizada públicamente.
Desde mi punto de vista, no hay nada más gratificante (y adictivo) que elaborar mi propio pan casero.
Vamos con la receta…
Ingredientes:
450 g. de harina de fuerza
150 g. de harina integral
150 ml. de buttermilk
250 ml. de agua tibia
10 g. de miel
10 g. de sal
15 g. de levadura fresca
Cómo se hace:
Comenzamos añadiendo en un vaso el agua tibia, la miel y la levadura fresca, dejándolo en reposo 10 minutos hasta que se active la levadura.
En un bol, mezclamos la harina de fuerza, la harina integral y la sal. Mezclamos.
A continuación, añadimos el buttermilk y el vaso de agua tibia, miel y levadura. Mezclamos hasta que no quede ninguna partícula de harina y dejamos reposar 20 minutos.
Pasado este tiempo, volcamos la masa en una mesa y amasamos durante 15 minutos, hasta que nuestra masa esté lisa y no se pegue.
Posteriormente, introducimos la masa en un bol engrasado, tapamos y dejamos reposar 2 horas en un lugar cálido, hasta que la masa duplique su volumen.
Cuando nos aseguremos que ha duplicado su volumen, la volcamos en una mesa enharinada y la desgasificamos con los dedos dándole una forma rectangular a la vez que la vamos enrollando.
Introducimos la masa en el molde, dejando que leve dentro de un horno apagado hasta que duplique su volumen. Aproximadamente tardará 1 hora.
A continuación, sacamos la masa y precalentamos el horno a 220 ºC.
Hacemos un corte longitudinal a nuestra masa, le espolvoreamos un poco de harina y la introducimos en el horno. En la parte inferior derramamos un vaso de agua (con la intención de generar humedad en el horno. De este modo, conseguiremos una fina corteza) y dejamos hornear durante 15 minutos.
Pasado este tiempo, bajamos la temperatura a 200 ºC y seguiremos horneando durante otros 20 minutos (aproximadamente).
Finalmente, lo sacamos del molde y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
Trucos y consejos:
Para hacer el buttermilk, mezcla 250 ml. de leche con 15 ml. de zumo de limón y déjalo en reposo 10 minutos.
El buttermilk puedes sustituirlo por yogur.
Si usas levadura seca, usa 7 g.
La miel la puedes sustituir por azúcar.
Para conservarlo, introdúcelo dentro de una bolsa bien cerrada y aguantará hasta 3 días.
La masa se puede congelar antes del segundo levado.
Para esta receta, he usado un molde de 27 cm. rectangular.
Si te ha gustado y quieres recibir en tu correo una newsletter semanal con las últimas recetas …
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies de terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!