Hoy os traigo la receta de una cheesecake de mango, una tarta fresquita y fácil de hacer. Hay muchísimas recetas de cheesecake ya que se puede elaborar con diferentes ingredientes.
El origen de la cheesecake, o tarta de queso, se remonta a la antigua Grecia donde era considerada una fuerte de energía. Posteriormente, cuando Grecia fue conquistada por los romanos, hicieron suya la receta y únicamente se servía en ocasiones especiales. Con los movimientos del imperio romano, la tarta llegó al resto de los países europeos. Finalmente, llegó a América de la mano de los primeros colonos europeos.
Para esta receta, es muy importante que el mango esté maduro. No lleva horno, enfriándose directamente en la nevera. Queda una tarta muy cremosa, con una base crujiente de galleta y un sabor a mango dulce delicioso.
Venga, vamos con ella ….
Ingredientes:
Base
100 g. de galletas tipo digestive
1 cucharadita de canela en polvo
70 g. de mantequilla derretida
Relleno
1 mango grande
6 hojas de gelatina neutra
120 ml. de leche entera
80 g. de azúcar
170 ml. de nata para montar
220 g. de queso crema
Cobertura
1/2 puré de mango
3 hojas de gelatina neutra
Cómo se hace:
Comenzamos preparando la base.
Para ello, trituramos las galletas hasta conseguir una arena, le añadimos la cucharadita de canela y la mantequilla derretida.
Colocamos esta mezcla en la base de un molde desmontable de 20 cm. aplastando hasta cubrir toda la base y conseguir una superficie lisa.
Lo metemos a enfriar a la nevera durante 15 minutos.
Mientras tanto, pelamos un mango, le retiramos el hueso y lo trituramos hasta conseguir un puré. Lo dividimos en dos partes y reservamos.
Ponemos a hidratar las 6 hojas de gelatina en un recipiente con agua durante 5 minutos.
En un cazo, ponemos a hervir la leche con el azúcar. En el momento que comienza a hervir, lo retiramos y le echamos una de las dos partes que teníamos reservadas del puré de mango.
Escurrimos bien la gelatina y se la añadimos. Mezclamos y reservamos.
Montamos la nata y le añadimos el queso batiendo enérgicamente. Podemos usar una batidora de varillas.
Posteriormente, le añadimos la mezcla de leche, azúcar, gelatina y mango y mezclamos bien.
Todo esto lo volcamos sobre las galletas y lo metemos en la nevera durante 2 horas.
Para hacer la cobertura, ponemos a remojo las 3 hojas de gelatina durante 5 minutos.
En un cazo, calentamos la otra mitad del puré de mango, lo sacamos del fuego, le añadimos la gelatina bien escurrida y mezclamos.
Una vez pasadas las 2 horas de nevera, le añadimos esta mezcla a nuestra tarta y la introducimos nuevamente en la nevera durante un mínimo de 6 horas.
Pasado este tiempo, la desmoldamos y a disfrutar.
Trucos y consejos:
Puedes usar las galletas que más te gusten.
En la base, siempre pongo papel de horno para que me ayude a desmoldar.
Para decorar, puedes utilizar unos trozos de mango caramelizados en la sartén.
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