Galletas Linzer de almendra rellenas de mermelada de cereza
Si buscas preparar unas galletas típicas de Navidad, presta atención a esta receta de galletas Linzer rellenas de mermelada casera de cereza (puedes ver la receta en el blog). Aunque tienen su origen en la ciudad austríaca de Linz (de ahí su nombre), en la actualidad han traspasado fronteras.
Estas galletas están formadas por dos masas, que normalmente incorporan avellana o almendra molida, unidas por un relleno de mermelada y espolvoreadas con azúcar glass. Jugando con diferentes formas geométricas y tipos de mermeladas podemos hacer un bonito surtido, ideal como regalo a un ser querido o para disfrutarlo nosotros mismos.
Aunque es una receta un poco laboriosa, es fácil de preparar y su resultado merece la pena. Así que, sin más preámbulo, veamos cómo hacer esta receta de galletas Linzer rellenas de mermelada, una receta típica de estas fiestas navideñas.
Ingredientes (24 galletas):
Para las galletas
- 260 g. de harina de repostería
- 150 g. de harina de almendras
- 225 g. de mantequilla a temperatura ambiente
- 150 g. de azúcar
- 2 yemas de huevo
- Una cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal
Para el relleno
- 125 g. de mermelada de cerezas.
Azúcar glass (para espolvorear)

Cómo se hace:
En un bol, añadimos la harina de repostería, la harina de almendra y la pizca de sal. Mezclamos y reservamos.
En otro bol, incorporamos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar y batimos con unas varillas eléctricas hasta que blanquee.
A continuación, añadimos las yemas de huevo y el extracto de vainilla, y seguimos batiendo hasta que se integren.
Una vez integradas, incorporamos la mezcla de harinas junto con la sal que teníamos reservadas y mezclamos con una espátula hasta obtener una masa homogénea (debe quedar blanda pero sin pegarse en las manos).
En ese momento, le damos forma de bola, la aplastamos con las manos, la envolvemos en papel film y la introducimos en la nevera durante un mínimo de una hora.
Cuando la masa este firme, la sacamos de la nevera y cortamos una porción para que sea más manejable (el resto lo envolvemos nuevamente en papel film y lo conservamos en la nevera hasta su uso. De este modo, no se ablandará).
Colocamos la porción de masa entre dos papeles sulfurizados y la estiramos hasta obtener un grosor de unos 4 mm.
A continuación, la cortamos con el cortador de galletas que más nos guste (utilizo un cortador circular de 6 cm. de diámetro), colocamos las masas cortadas en una placa de horno con papel sulfurizado y hacemos un círculo en el centro a la mitad de ellas (utilizo la parte trasera de una boquilla pastelera). Repetimos el proceso hasta terminar la masa.
Introducimos (en tandas) las galletas en el horno caliente a 180 ºC durante 12 minutos hasta que los bordes se empicen a dorar.
Una vez hechas, las sacamos del horno, las colocamos (con mucho cuidado, ya que al salir del horno están muy frágiles) sobre una rejilla y dejamos que enfríen totalmente.
En ese momento, a una galleta sin agujero le añadimos una cucharadita de mermelada, la extendemos y colocamos una galleta con agujero sobre ella presionando ligeramente. Repetimos el proceso con el resto.
Finalmente, espolvoreamos con azúcar glass.

Trucos y consejos:
- Utiliza la mermelada que más te guste.
- Conservar en un recipiente cerrado.
- Me gusta añadir la mermelada el mismo día que las consumo, ya que las galletas se ablandan un poco (aunque también están riquísimas).
- Si tu mermelada es espesa, añade una cucharadita de agua o de algún licor. Si es una mermelada de cerezas, me encanta añadir una cucharadita de licor kirsch (excepto si las van a comer los niños).
- También se pueden rellenar de nutella, chocolate, etc.
- La mantequilla debe estar blanda, no derretida.
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